Charlotte Danielson, especialista en calidad del profesorado: “La evaluación docente nunca puede basarse en un solo método”

Expondrá en el Congreso de Educación 2014 que se realizará en Chile el próximo 27 de octubre.

Charlotte Danielson cuenta que el título de economista nunca fue suficiente. Decidida a aportar el desarrollo de la sociedad desde la formación misma de las personas, tras graduarse de la Universidad de Oxford (Inglaterra) continuó con estudios de Pedagogía en Estados Unidos, lo que más tarde la llevaría a convertirse en una connotada especialista en evaluación docente, además de asesora de la Secretaría de Educación de ese país.

“Un buen profesor es aquel que es capaz de atender un número de cosas. Maneja la materia que exige el currículum, sabe conectarse con sus alumnos, tiene una cultura creativa en la sala de clases y confía en el potencial de sus estudiantes. Es además, una persona que sabe relacionarse con otros miembros de la comunidad en la que está inserto: colabora con sus colegas y sabe comunicarse con sus familias”, explica cuando se le pregunta qué cosas hacen destacar a un docente.

Su respuesta es parte de las claves que se describen en profundidad en su libro The Framework for Teaching (El marco para la enseñanza). La publicación, que busca describir en qué consiste la buena educación, es la misma que Danielson abordará durante su paso por Chile en octubre próximo, cuando participe como expositora del “Congreso Avanzado hacia la Calidad en Educación” que organiza Seminarium Certificación.

Entremezclar

La descripción del libro sobre lo que significa enseñar de forma correcta hoy define parte de los lineamientos de la evaluación docente chilena, la que se compone en su mayor parte de un portafolio que entrega el mismo profesor y que incluye un video de sus clases junto con una explicación de cómo fueron diseñadas. También se pide una entrevista entre colegas, referencias de tercerosy una autoevaluación de desempeño.

Si bien se ha discutido si lo profesores se evalúan a sí mismos mejor de lo que deberían por miedo a ser sancionados, Danielson cree que la autoevaluación es un proceso importante, porque permite definir el contexto en el que se desenvuelven los distintos evaluados.

“Sea cual fuere la fórmula que aplica cada país, es necesarioser justo con los profesores. Una forma de hacerlo es responder ante las situaciones de particulares, como trabajar con niños con necesidades especiales o en contextos de vulnerabilidad. Esto no significa dar permiso para enseñar mal, sino que dar espacio para comunicar dónde se está inserto”, indica.

Respecto al uso de videos -los que también se han definido como engañosos, porque permiten al profesor prepararse de antemano para aquella clase en particular-, Danielson cree que “es un método válido, porque es una forma de mostrar lo mejor que puede hacerlo ese maestro. Se ve si la persona es capaz de hacer una clase si así se lo propone”.

Pero así como existen estas evaluaciones que se avisan con antelación, la especialista cree importante que estas se entremezclen con otras esporádicas que realice el equipo directivo de cada colegio, más cortas y periódicas.

“La evaluación docente nunca puede basarse en un sólo método. Si quieres saber si un profesor da buenas clases todos los días, entonces se puede entrar sin aviso al aula, quizás por diez minutos. Quien supervisa debe ser consciente de ingresar a distintas clases y en distintos horarios del día. Si se hace eso varias veces, es posible ir captando los patrones de enseñanza de ese profesor en el tiempo”.

Una evaluación docente correcta incluye, además una conversación posterior, comenta Charlotte Danielson. “Se debe discutir qué es lo que se observó y el profesor debe tener la oportunidad de explicar por qué hizo lo que hizo. Este diálogo permite que cuando se entregue la evaluación final, efectivamente se recomienden las mejores herramientas”, explica.

Sobre los profesores mal evaluados, Danielson cree que es necesario darles la oportunidad de capacitarse y ser evaluados nuevamente, pero cree que se debe tener claro que un docente que no mejora es uno que debe abandonar el sistema. “El estado debe poder garantizar a las familias que quienes enseñan a sus hijos son buenos”.

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